Viaje a Mallorca

El viaje a Mallorca empieza superando obstáculos antes que recorriendo kilómetros. Por cortesía de los profesionales empleados del Hotel Zurbarán de Palma de Mallorca, el trayecto al aeropuerto se convirtió en un curso acelerado de reserva de hoteles con tecnología punta. Una vez pasado el emocionante trance hotelero, nos encontrábamos la habitual puerta 11 los 3 miembros de VAV (A.S., S.M.A.O. y A.J.B.) además de dos acompañantes de cuyas iniciales no quiero (ni puedo) acordarme. El vuelo transcurrió sin novedad entre prensa y temores turbulentos. 

   

Palma de Mallorca nos recibió con frío, lluvia y media hora de espera para coger el bus que nos dejaría en la Tito´s. Llegada al paseo marítimo y búsqueda del apartamento antes apartado. Llegada al austero apartamento y salida furtiva a cenar salchichas de medio metro. Quedada con el cuarto miembro de la VAV asistente a Mallorca (A.R.) y vuelta al hotel para tomar unos refrigerios antes de comenzar la noche mallorquina. La salida nocturna fue por los cauces establecidos entre bailes y cánticos sevillistas sin casi oposición. En la discoteca dejamos patente nuestra procedencia mientras Melody tronaba los altavoces del lugar para cerrar el local, y ya de paso, nuestra nocturna salida. 

El sábado amaneció para los desplazados al mediodía entre resaca y hambre, las cuales fueron eliminadas antes de dirigirse para la zona del estadio. Una vez en la otra punta de la ciudad, nos acercamos a la PS de Mallorca, la cual nos recibió magníficamente y nos dio cobijo hasta la hora del partido. Por allí pasaron miembros de la FPS pasados, aficionados variopintos que traían rimas poco románticas e incluso hubo tiempo para acordarse del eterno rival camino de la “pastilla” visitante del Iberostar Estadio. Todo esto sin lluvia a pesar de los pronósticos. La llegada al estadio fue en una especie de corteo anárquico que luego dio lugar a una centena de sevillistas que nos unimos para hacer frente a la motivada afición rival, la cual se acordó de nosotros durante fases del partido. Pero ese no fue nuestro obstáculo, puesto que fue pitar Teixeira y empezar a lloviznar. Llovizno primero, llovió más tarde y acabó tronando. La VAV no se amedrentó y permaneció en la grada casi en su totalidad mientras el (Joaquín) chaparrón caía sobre nuestras (Rosendo) Cabezas. Del partido poco que comentar, ya que soportamos un empate a nada y nos volvimos disgustados por la imagen ofrecida por nuestro equipo. Salimos del estadio y nos dirigimos hacia el apartamento. Llegamos y tras acostar a un miembro, tocó cena de supermercado preparada por S.M.A.O., quien dio una lección de cocina in situ. Tras la cena y el partido de laSecta, recuperamos fuerzas con bebidas isotónicas y nos aventuramos hacia Tito´s en la ya desapacible noche cerrada de Mallorca. Entramos en Tito´s para observar Winstrol y Corporación Dermoestética en los y las gogós y departir amigablemente con miembros de otros colectivos sobre las polillas y otros temas candentes. Volvimos al apartamentucho bajo la llovizna. 

Ya el domingo, nos levantamos a las tantas. Hicimos el intento de ir al centro a ver cofradías, pero oímos como Charo Padilla decía que El Cachorro se quedaba en casa y decidimos comer a las 17:30 horas en el Jarrock (de agua fría) Café. Ya de allí volvimos paseando a coger las maletas para volver a la Ciudad del Betis entre más lluvia y poca diversión. Tras deambular sin escolta por el aeropuerto, nos montamos en el vuelo de Ryanair con las azafatas peor educadas de la compañía, las cuales nos deleitaron con su lenguaje zafio y su poca solidaridad para quienes intentábamos olvidar un desplazamiento inolvidable. Y yo creo que ya está. Seguro que se me olvida algo, pero si quieres saberlo deberías haber estado. Por nuestra parte es todo. La vida sigue, nosotros seguimos recorriendo kilómetros y algunos siguen arañándose la cara al poner el telexto. C´est la vie.