Más kilómetros, más estadios

Aquí comienza la crónica de un domingo cualquiera. De esos en lo que hay poco que hacer cuando en tu ciudad se juega una final de la Copa Davis o se está mejor en la estufa viendo al concurso. Pero no. Hoy era día de coger el coche y plantarse en el Telepizza de Lepe con navajas multiuso y solecito entre canis. Así que eso hicimos A.S., S.M.A.O. y R.H.después de que se me calara el coche en un presagio de lo que sería el juego de nuestro filial. Tras ello y 90 minutos de viaje, llegamos a Lepe. Una bonita villa situada entre Islantilla y variadas extensiones de plantaciones de fresas y demás alimentos que da la tierra andaluza. Comimos, bebimos, disfrutamos del bello paisaje urbano lepero y nos acercamos a completar un partido de fútbol junto al cementerio, el cual como indicaba el cartel de su entrada ES DE TODOS... o por lo menos lo será, opina el que aporrea teclas en estos momentos.

Aparcamos el bólido junto al autobús sevillista y nos adentramos en los aledaños del moderno Ciudad de Lepe, un estadio funcional con buenos accesos y amigables aparcacoches. Compramos una pipas (Jo-sé Antonio) Reyes e hicimos tiempo hasta que la red de detrás del portería se abrió para dejar pasar a los jugadores al campo. Del partido poco hablaré porque para eso hay otra webs (pincha aquí). En el descanso disfrutamos del asequible ambigú del estadio. Ya cuando acabamos, tras hace un tour por carreteras comarcales, llegamos a la A-49 con la radio puesta. La vuelta se amenizó con celebraciones de goles y conexiones puntuales a redes sociales. Y hace un rato llegué a mi casa y me puse a escribir esto. 

Soy S.M.A.O. pero no tengo gafas Carrera. Las mías son más grandes.