lunes, 4 de abril de 2011

Jornada redonda para los de Nervión

Nueva y merecida victoria para el conjunto del profesor Manzano ante un más que débil Zaragoza que nos coloca en la quinta posición, siempre y cuando el Athletic de Caparrós no gane esta noche, y a nueve puntos de la cuarta plaza, ocupada por el Villareal. Jornada redonda para los nervionenses que sirve para subir un peldaño más en sus aspiraciones europeas.

Se iniciaba el día con todos los chavales de la Escuela de Fútbol Antonio Puerta sobre el césped del Ramón Sánchez-Pizjuán. Algunos de ellos, en un futuro y casi con total seguridad, vestirán la camiseta del primer equipo. Manzano sacó para el partido su once tipo que lleva varias jornadas implantado. Esto sucede desde que el Sevilla solo y únicamente esta en una competición, la Liga, en la que no se puede rotar día sí día también. Los titulares deben ser titulares y los suplentes, suplentes, jugando de inicio los que en mejor estado de forma se encuentran.


Los rojiblancos arrancan el partido bastante bien, encerrando al Zaragoza del siempre polémico Aguirre en su área y esperando al contragolpe. Tiene la pelota y ocasiones para abrir la lata, pero no es hasta el final de la primera parte cuando lo hacen. Buena internada por la banda derecha del canterano Navas, como no podía ser de otra manera, y asistencia rasa para que Perotti marque casi a placer después de que Negredo no llegara. Esto ocurría en el minuto 42 y con el 1-0 campeando en el electrónico se llegó al descanso.

Poco duró la ventaja del Sevilla. Al inicio de la segunda parte, en el minuto 46, Jarosik cabecea de forma magistral una falta lateral sacada a propósito al primer palo. Golazo del defensa checo que, para mi gusto, es un pésimo central, un aseado centrocampista y un gran delantero. Es el típico lanzamiento de la típica falta que todos sabemos que va a ser gol.

Gracias a Dios, no hubo que esperar mucho tiempo para que el Sevilla se vuelva a adelantar en el marcador. Kanouté transforma un riguroso penalti cometido sobre Cáceres y pone el 2-1 para los locales. En este lanzamiento desde el punto de la pena máxima, Kanouté se lesiona y es sustituido por el brasileño Renato, muy en baja forma.

Dicen que Kanouté se debería jubilar porque está viejo, pero este gran jugador y mejor persona debería de tener un contrato vitalicio en el Sevilla. Fue salir y el equipo dio un bajón considerable en cuanto al juego se refiere. Por cierto, el otro día inauguró la ciudad de los niños en Bamako, Malí, con lágrimas en los ojos. Cuenta su familia que es la primera vez que le ven llorar en público.

Siguiendo con el partido y con la entrada de Renato, parecía que el Sevilla iba a dominar mucho más el centro del campo y, por ende, el partido, pero no fue así. El Sevilla parecía que jugaba con diez porque Renato, aunque me duela decirlo, ya no está para jugar al fútbol. Los últimos meses está totalmente desaparecido en combate.

El Zaragoza, al ver la pasividad del juego del Sevilla, se creció. El partido estaba tanto para el 2-2 como para el 3-1. Por suerte, llegó el 3-1, de penalti de nuevo, cocinado y comido por Negredo, en el minuto 92.

Tuvimos mucho sufrimiento ante un rival que esta en lucha viva por el descenso y que, en principio, debería de haber sido un partido más que cómodo. Tres puntos, quintos con un partido más que el Athletic, a nueve puntos de la Champions y tres más el golaverage sobre el octavo clasificado, el Atlético de Madrid. Encaramos el tramo final de liga con bastante confianza y esperanza.

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