lunes, 18 de abril de 2011

Los valores brillaron por su ausencia

Para ganar un partido de fútbol hay que tener coraje, ganas, predisposición, actitud, aptitud, alma, espíritu, ocasiones, fútbol, goles, etc. Todo esto le faltó a un Sevilla totalmente desconocido ante un Getafe que, por segunda vez esta temporada, resucita gracias al equipo rojiblanco.

El Getafe ha ganado por la mínima con toda justicia en el Coliseum Alfonso Pérez, incluso siendo un resultado bajo, por culpa de un Sevilla que no ha hecho absolutamente nada sobre el terreno de juego. Como ya pasó en Mallorca, el Sevilla se dejó todo en la ciudad, aunque esta vez no solo han sido los primeros 45 minutos, sino todo el partido. Imagen lamentable y culpa de jugadores y, como no, de entrenador, sobre todo y para mi de éste último.

Sacar una alineación con cinco defensas ante un equipo que estaba totalmente roto, con un entrenador que tenía la soga al cuello, es totalmente deleznable. Se le puede jugar así a un Villareal que ataca, ataca y ataca, como ya ocurrió y se le venció, pero no al Getafe, llevando la friolera de nueve partidos sin ganar. Imagen totalmente negativa en la que, encima, el mejor de los nervionenses fue Javi Varas, el portero, salvando incluso los papeles en más de una ocasión.

Lección táctica de Míchel, que todavía tiene que estar pensando en como contrarestar el esquema del profesor Manzano. No es que el Getafe hiciese mucho (y sin Manu del Moral y Boateng, los dos pilares del equipo madrileño), sino que el Sevilla estuvo anodadado durante los 90 minutos. Hasta la entrada de Luis Alberto, en el minuto 60, el Sevilla había tirado a puerta en cero ocasiones y el Getafe, once.



El primer tiro a puerta del Sevilla es en el minuto 68. Es inconcedible que un equipo que estaba pensando en la Champions tire una vez entre los tres palos en todo el partido. Pero era normal, cuando se sale a empatar, se pierde, y cuando se intenta no encajar goles y terminar con el 0-0 inicial, más aún.

Decía Manzano en el post partido que sacó a cinco defensas para restar las bandas del Getafe. Un Getafe que nunca ha jugado con bandas más que nada porque nunca ha jugado a nada, un Getafe que estaba totalmente muerto antes del partido. Lo peor de todo esto es que se confundió también en los cambios.

Nula visión del actual entrenador del Sevilla (en el paro al terminar los seis partidos que quedan) y nulo también a la hora de llevar los tempos de las sustituciones. Se marchaba Rodri para que Luis Alberto entrara, cuando el que necesitaba irse era Renato. Dibujo táctico pésimo tras los cambios, con Dabo como extremo izquierdo y Cáceres de extremo derecho. Dos defensas como atacantes. Lamentable que un equipo que se jugaba la vida en este partido para seguir con la esperanza de la Champions tenga como atacantes a dos defensas.


Muy mala imagen también de los jugadores, arrastrándose durante los 90 minutos. Sigo sin comprender porque sale Renato de titular, un jugador que esta en un estado de forma nulo. Gary Medel se encontró con su quinta amarilla y no podrá jugar ante el Villareal. Vaya baja esa. El gol del Getafe fue por un fallo incomprensible de Fazio, que lleva haciendo una buena temporada desde que se recuperó de la lesión.

Decepción absoluta para los sevillistas, sobre todo para los que se desplazaron a Getafe. Yo soy del Nido y les doy el dinero que les costaron las entradas. Se sentirían totalmente robados por parte de un entrenador que, si por mi fuese, estaría fuera del Sevilla desde el día de ayer.

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