lunes, 2 de mayo de 2011

El Sevilla hiere de muerte al Almería

La noche del sábado, el Atlético sumaba una victoria importantísima para sus aspiraciones europeas. Con ese resultado, adelantaba al Sevilla, sexto por entonces, y colocaba al equipo de Nervión séptimos, con todo lo que ello conlleva. El Sevilla se veía obligado a conseguir los tres puntos en un estadio donde el año pasado, gracias al milagroso gol de Rodri en el último minuto, se consiguió el pase a Champions.

Efectivamente, el Sevilla ha conseguido en la tarde de ayer tres puntos vitales para seguir por octavo año consecutivo, que se dice pronto, en Europa. El gol de Renato, que se convertía en el día de ayer en el jugador extranjero que más veces ha vestido la elástica rojiblanca, hizo que el Sevilla dejara tocado y hundido a un Almería que, psicológicamente pero no matemáticamente, está en la división de plata del fútbol español.

Los cerca de 1.000 aficionados sevillistas desplazados a los Juegos del Mediterráneo salieron ayer con la misma sonrisa que con la que salieron hace ahora casi un año atrás. Aparte de la casi segura clasificación (a expensas de lo que haga esta noche el Espanyol en su feudo ante un fuerte Athletic) a Europa, el aficionado sevillista de a pie quería que el Almería bajara este año.

Todos los aficionados rezaban por un Almería-Sevilla o viceversa en la última o penúltima jornada. Pero, gracias al destino, quedando tan solo cinco jornadas para acabar la liga, el Almería podría decir adiós a la denominada por muchos periodistas (pero no por mi) mejor liga del mundo. Encima contra un Sevilla jugándose Europa de nuevo y como el año pasado.

Recuerdo como cantaron los almerienses el ya conocido por todos “musho Beti', musho Beti', é, é” o, a tres días de la final de la Copa del Rey contra el Atlético, también “forza Atleti”. Ellos no se jugaban nada y parecían (presunción de inocencia) que estaban primados, incluso empatando por dos veces el partido. Ayer se escucharon cánticos a favor del eterno rival del Sevilla y, gracias a Dios, el gol de Renato les mandó a segunda. Un sitio en el que, si cabe, sería un premio para un equipo que siempre ha militado en Segunda División B o Tercera.

Vamos al partido. 0-1, gol de Renato y a otra cosa mariposa. La primera parte del partido fue un auténtico tostón. No hubo juego por parte de ninguno de los dos equipos, sin velocidad, sin tensión... parecía que el Sevilla y el Almería tenían asegurado sus objetivos y que no se jugaban nada. La imagen del equipo recordaba al partido de Mallorca y Getafe. El primer cuarto de hora, sobre todo, fue para echarse a llorar, incluso pensando que el entrenador, Goyo Manzano, no quiere seguir en el puesto.

Después del primer cuarto de hora, el Sevilla empezó a dominar algo más el partido, pero sin velocidad ni chispa. Diego Alves estuvo espléndido ante dos tiros de Diego Capel, el mejor del Sevilla en el primer tiempo, que pudo poner por delante a los de Nervión. Para colmo, Rakitic tiene que ser sustituido por una lesión. Jugaba con una lumbalgia pero fue el quinto metatarsiano del pie el que se ha fracturado. Se pierde el resto de la temporada el fichaje más importante, junto a Medel, de este año.

La segunda parte comenzó con los mismos jugadores que con los que se llegó al descanso del partido, pero pronto se vio el Sevilla con superioridad numérica. Jakobsen, con una entrada criminal, como si fuera un asesino, levanta el pie a la altura de la yugular de Martín Cáceres. El jugador cae mal y se lesiona las costillas, con una fisura, y un hematoma en el riñón. Evidentemente, Jakobsen ve la tarjeta roja directa. El charrúa puede jugar el último partido de liga, aunque lo tiene muy complicado.

Gregorio Manzano, con la superioridad, cambió el esquema táctico, dando entrada al jovencísimo jugador de la cantera Rodri, recordando el pasado. Solo llevaba un par de minutos sobre el campo cuando centra al corazón del área, lo deja pasar Negredo y Renato, como suele hacer casi siempre llegando desde la segunda línea, cabecea a placer.

Con el 0-1 el Sevilla no suelta la pelota y domina el partido, siempre con el balón en los pies de los jugadores rojiblancos. Incluso hasta Medel tuvo la oportunidad de conseguir el 0-2, aunque su disparo se marchó alto. Negredo, como ya he comentado, tuvo también un mano a mano con Diego Alves, pero el brasileño le ganó la jugada. De nuevo, Javi Varas salvó el partido. Sacó una mano providencial en una falta que peinó Ulloa.

Así terminó un partido que fue, para todos, un aburrimiento en toda regla, en la que el juego brilló por su ausencia. Tres puntos importantísimos para la posible clasificación a Europa y la nota negativa del partido fue las lesiones de Rakitic y Cáceres. Desde aquí, desearle mi máximo apoyo a los dos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario