El inicio del partido dejó constancia de que al Sevilla le gusta tener el balón. En los primeros diez minutos del encuentro, el Sevilla tuvo un 70% de posesión y el Racing, el 30% restante. Hasta que, en el minuto 11, Christian ganó un salto a Palop, dentro del área chica, y anotó el primero del conjunto cántabro.
Todo hay que decirlo, mal salida del portero del Sevilla, que no está en su mejor forma. Podría haber falta en ataque al tocar el jugador del Racing a Palop en el área chica. Cosa que no es justificable, en realidad. A partir de aquí, una mala primera parte en la que Rakitic anotó el segundo gol del Racing en propia puerta, tras el saque de un córner. Palop, de nuevo, estaba mal situado. Antes de esto, Toño paró un penalti a disparo de Negredo, muy mal tirado por cierto.
En el minuto 38, Christian recibió la tarjeta roja por una clamorosa falta a Dabo. Tras esta falta, Rakitic colgó un excelento balón al corazón del área y que Fazio remató de cabeza. 2-1 y el Racing con diez, así que, en la segunda parte, continuaría la esperanza del empate.
Un quiero y no puedo es como se resume la segunda parte. El Sevilla totalmente volcado arriba y el Racing metido en su área. Luis Fabiano consiguió el empate a falta de ocho minutos para el tiempo reglamentario. El Sevilla, debido a sus aspiraciones y objetivos, fue a conseguir la victoria, y se volcó más aún si cabe. Cosa que no consiguió tras una contra en el minuto 91. Balón que gana Arana por la espalda de la defensa, mala salida medida por Palop y gol que mató a un Sevilla que se mereció, como mínimo, el empate.
Lamentable expectáculo del nuevo dueño del Racing, con un baile que, al parecer, Del Nido se tomó como una falta de respeto. Victoria para un Racing que se está salvando de la quema y Marcelino que se estrenó con los tres puntos. El Sevilla, por supuesto, se aleja de la Champions siendo cada partido restante un match ball.
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