domingo, 27 de febrero de 2011

Somos una madre en defensa

El encuentro entre el Atlético de Madrid y el Sevilla se saldó con un empate a dos goles. El resultado fue injusto, ya que debió ser favorable para el Sevilla, pero, como siempre, fue la defensa del equipo de Nervión la que regaló dos puntos importantísimos para este último tercio de liga. Los andaluces, como siempre, regalaron dos goles en defensa.

Nos adelantamos primero, gracias a un golazo de Negredo, que por fin pudo dedicárselo a su hija. Gran asistencia de Perotti con el pecho en el que el Tiburón de Vallecas empaló con su zurda. De Gea, el portero del Atlético, no pudo hacer absolutamente nada ante semejante misil. Así llegamos al final de la primera parte, con el 0-1 que campeaba en el marcador del Vicente Calderón y gol psicológico para el Sevilla.


Al inicio de la segunda parte, empató Koke de cabeza, tras una llegada desde 15 metros atrás, y que Dabo no hizo absolutamente nada para pararle. El Sevilla tiene un problema en defensa gravísimo, y es que llega cualquier jugador del equipo contrario y te hace un gol sin inmutarse. Pocos minutos después, pudimos adelantarnos, pero ni Luis Fabiano ni Negredo llegaron a un magistral pase de Navas.

Sí lo hicimos más tarde, tras una contra bellísima a la par que efectiva. Perotti conduce el balón rápidamente por la izquierda, pase de Navas y gol del croata Rakitic. Dos goles en dos jornadas consecutivas del mediocentro, que se ha adaptado a la perfección a nuestro equipo. Tras esto, José Antonio Reyes, antisevillista después de darle todo lo que es hoy, anotó el empate a dos final tras un nuevo desbarajuste defensivo. Nos pudimos poner por delante de nuevo tras un tiro de Negredo al travesaño. Qué mala suerte tiene el Sevilla esta temporada, ya van 15 tiros a la madera.

El Sevilla ha merecido muchísimo más que lo que conseguimos. Cierto es que el equipo ha mejorado mucho desde la llegada de Rakitic y Medel, pero lo que antes era bueno, ahora es malo. El mediocentro y la delantera están cubiertos perfectamente, pero la defensa deja mucha mella en los partidos que jugamos. Ayer fallaron Sergio Sánchez y Dabo, pero mañana pueden ser otros. Por suerte, una cesión infantil no acabó en gol por parte de los atléticos.


Hablando de fallos, no se me puede olvidar el árbitro del partido, Mateu Lahoz. Es el, según muchos, mejor árbitro español, aunque ayer no lo demostró ni por asomo. Se comió un penalti claro a Diego Capel y una expulsión clara a Antonio López tras una criminal entrada a Jesús Navas. Una cosa es dejar seugir el juego y otra cosa muy distinta es dejar de hacer tu trabajo. Son ya muchos los robos que venimos sufriendo durante toda la temporada.

También me parece denigrante que ayer se cantara en el Vicente Calderón '”Del Nido muérete, Del Nido muérete...” y el árbitro de turno no ponga nada en el acta del partido cuando antes otros si lo pusieron cuando esos mismos cánticos iban dedicados al entrenador del Real Madrid, Mourinho. Aún más claro, en el partido de ida Sevilla-Atlético, parte del Ramón Sánchez-Pizjuán cantó “Ujfalusi asesino” y el árbitro lo reflejó en el acta. Días después, la Federación Española de Fútbol multó al Sevilla con 602 euros. ¿Por qué se mide con distinto raseros a los equipos?

Para muchos, el resultado de ayer no sirve para absolutamente nada, pero no es así. En la lucha por los puestos de Europa League, el Atlético es un rival directo, y ayer, con el empate, ganamos el golaverage particular con los madrileños. Ya, tan solo, nos quedan 13 partidos, los mismos que al entrenador Manzano.

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