Pasaban poco minutos de las 10 de la mañana del sábado cuando los 6
componentes de esta disparatada aventura se reunían en torno a una
furgoneta Vito (Corleone, of course) en el rojo y blanco barrio de
Nervión. Ellos seis responden a las siguientes iniciales: A.S., J.G.,
C.R., A.O., J.A. y E.P. Dichos camaradas estaban acompañados por un
miembro de la Vieja Guardia que conducía y por una miembra de la
sección Girls VaV que lo guiaba en nuestro trayecto desde la capital
hasta la sucursal, previo paso por concesionarios y gasolineras.
En torno a la hora del BigKing llegaban al Aeropuerto de Pablo Picasso
para degustar unos menús gigantes con corona incluida. Ahí ya empezaba
A.O. a dar la nota con sus travesuras habituales, el cual era jaleado
por el resto de energúmenos presentes. El vuelo que nos acercaba a la
capital aragonesa discurrió en los cauces habituales. iPod, diarios
deportivos, chascarrillos y demás. Bajada del avión entre saludos al
Rey A.O. con foto a pie de pista.
Autobús hacia el hotel y despliegue de banderas y bufandas por las
habitaciones tras dejarnos ver por recepción y parte del bar del
sótano. Paseo hacia El Pilar en corteo sin escolta ni pancarta ni
ganas de gastar dinero. Fotos, rezos y directos al bar. 6 Cruzcampos
6. Planificación de la noche, seguimiento de nuestro miBetis y compra del
lote en el Metadona más cercano con flirteo con mañas. Vuelta al hotel
entre cánticos y zarandajas con el alcohol a cuestas. Relax en la
habitaciones, comienza el olor a pies en algunos sectores del hotel,
duchas y preparación de lo que sería una noche inolvidable. Foto
"OsKieroTelaChicos" en el ascensor y vamonos que nos vamos.
Reunión en plaza cercana con camarógrafo puretón y con miembro ojeador
de la Nueva Guardia. Vigilancia mutua entre la madera y la VaV. Entran
en la plaza y conejeamos hasta un callejón donde los grados empezaban
a subir y los decibelios de nuestras voces también. Tras un rato de
alcohol y conversaciones sobre la profesionalidad de algunos empleados
del club, nos dirigimos al lugar más puretón y selecto de las calles
más cercanas. Copas de balón, Coronita para un servidor, más cánticos
entre amenazas de los porteros, cobras Axes para algunos fornidos
caballeros, bailes sin sentido bajo canciones ochenteras. Tras salir
de aquel oscuro pero apacible lugar, la noche cambió por completo.
Voces sevillistas en la noche zaragozana deambulando sin sentido. J.G.
preguntando hasta a los muñequitos de los semáforos, A.S. provocando a
los viandantes y los demás haciendo lo que podían para mantenerse en
pie y alzando la voz. Yo me limitaba a observar sonriente el
espectáculo. La caminata se topó con una plaza tomada por la UIP y los
vómitos autóctonos. Decidimos acercanos a una calle peatonal para
increparnos y mostrar nuestro alcoholismo en distintas posiciones.
Unos se caían de las motos, otros daban vueltas a farolas, otros
hablaban con animales de compañía centroeuropeos y eramos felices bajo
la fría noche zaragozana. El destino nos llevó a la puerta de un
pseudo-pub donde entre bailes por sevillanas e insultos varios pasamos
hasta que tratamos de volver al alojamiento. La hora del buffet se
acercaba. Efectivamente. Despues de un largo tiempo dimos con el
ansiado hotel tras amenazas de dejar afónica a más de una (y a más de
dos...). Finalizamos la noche lo mejor que pudimos con el orgullo de
haberlo pasado bien y haber gastado poco, muy poco.
Biiiiiiip!!! Al buffet. Poco a poco nos fuimos juntando mientras
juntábamos entradas. Nos vestimos y nos montamos en el bus
interurbano para despistar a la pasma. Comida excesiva en centro
comercial cercano al estadio mientras disfrutábamos de la dolorosa,
merecida y tranquilizadora derrota de Alonso. Cerveceo y unión con el
resto de VaVeros (AJ.B. y A.M.) que llegaron en bus tras una odisea por
las tierras de Cervantes. Más cerveceo y pa
dentro. Colocación de la pancarta tras un debate arquitectónico y a
animar. El partido no hace falta que lo cuente que para eso ya hay
crónica exclusiva. Fin del partido entre vítores. Retención inusitada
e insensata de nuestras personas y 20km marcha hasta los taxis bajo la
lluvia y las miradas lejanas de los malos malísimos rivales.
Llegada al hotel sonriente y relax. O por lo menos eso intentaron
algunos aunque la falta de respeto hizo que no se pudiera dormir
tranquilamente en algunos casos. Ducha, Telepizza y Bingo. Espectáculo
lamentable en el Bingo donde no entramos nunca en el juego y estuvimos
poco participativos en la tachada de números. Dinero al limbo y
resúmenes de la jornada mientras se iban apagando los ojos brillantes
de la VaV.
Madrugón, satisfacción y planificación del próximo viaje. Vuelo donde
perdi mi iPod y un miembro me pegó el cambiazo de cascos y bus para la
city. Yo me bajè en Santa Justa Klan. Si los demás corrieron a alguien
o privaron más, en sus manos queda. Un "progresa
adecuadamente" para los desplazados...
Despedimos la conexión! Les habló Su Majestad A.O.
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