El equipo de Goyo Manzano perdió ayer su segundo partido consecutivo en el Ramón Sánchez-Pizjuán. El Getafe se impuso a un Sevilla muy pero que muy flojo en la segunda parte.
El partido comenzó con buenas sensaciones por parte del conjunto nervionense, con fluidez y rapidez en el toque de balón, con juego interior y exterior ante un, se suponía, un débil Getafe, cuyo equipo llevaba cuatro partidos seguidos sin conocer la victoria. Tanto es así que los sevillistas se adelantaron en el minuto 30 tras un gol de Kanouté. A partir de este momento, el Sevilla fue una marioneta a merced de su rival.
Ya en la segunda parte, se preveía en la grada la masacre que iba a ocurrir por segundo partido consecutivo. En el minuto 57, Manu del Moral transformó ajustadamente el primer gol para los madrileños, de penalti. Aunque la fortuna no se alió con los rojiblancos, ya que Palop tocó el balón mandándolo al póster tras adivinar el máximo castigo, aunque entró. Un minuto más tarde, en el 58, Miku anotó el segundo gol, tras aprovecharse del fallo de una más que pasiva defensa del Sevilla. El tercer y último gol lo anotó Pedro Ríos, en el minuto 77.
El equipo terminó desquiciado ante un rival medio y que no ha sabido presionar desde el minuto 1.
Al terminar el encuentro, hubo una pequeña pañolada dirigida hacia el palco de autoridades por parte de la afición sevillista. Afición que rondó los 20.000 espectadores, dando una pésima imagen del Ramón Sánchez-Pizjuán.
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