La odisea para llegar a la villa de Madrid comenzó en la media tarde del sábado en Santa Justa Klan. Allí S.M.A.O y A.J.B. compraban los billetes hacia la localidad sevillana de Jerez. Llegada al coqueto aeropuerto de Jerez con tiempo de sobra para las tipicas gracietas, mirar los precios del Guti Free y planeaer lo que sería un viaje "mu serio" a Madriz. Salida con retraso, sprint hacia la salida de emergencia del Boing 747 propiedad de Ryan y llegada de madrugada a un Barajas frío y despacible.
Nos recogía en la terminal M.I., señorita amable y servicial que hizo las veces de chofer para los miembros antes mencionados. Check-in en el hotel ochentero Señorial. Habitacion decente y comienza la noche. Tras un kebap excesivo, la puerta de Gavana nos esperaba. Precios prohibitivos que marcarian la noche. Entre todas esas amenas charlas con porteros hubo memorables momentos. El primero, en la avenida Cuzco donde el portero de un pub irlandés nos convenció a visitar su garito con la siguiente frase: "Chicos, actuacion del Gran Wyoming. Entrada gratuita". Palabras magicas en aquel momento. GRANDE WYOMING y su banda. Rock puro y duro con Desperadas en la mano. Acabamos a mitad de noche cerca del hotel buscando algun lugar para tomarnos una puta copa. Este hecho nos hizo visitar locales con nombres como "Cabaret. New Girls" y "Erotissimo 69 Edimburgo". Sitios de mucho glamour donde estar alli sin dinero es un paná. Lo que entre aquellas paredes pasó, queda en las retinas de los presentes.
Domingo al mediodia. Duchas y metro hasta la morada de M.I. para dejar las maletas antes de encontrarnos con la sección Jahreswagen (E.P. y E.P. Jr.) en una pensión de 5*****. Cerveza en los aledaños del Cuernabeu y entrada al estadio. Colocación de la pancarta en el corner de fondo-gol norte. Acaba el partido y nos reunimos de nuevo. Decidimos terminar el viaje en New Garamond, una "discoteca" que basa su actividad en chicas de imagen vestidas de colegialas mezcladas con gogós increibles entre jugadores reventaos y nosotros atónitos. Salimos aun en estado de shock hacia una caminata con objeto de abaratar el taxi lo maximo posible. Cuando creimos que ibamos tarde y los zapatos empezaban a pesar, paramos a un hungaro y nos acerco amablemente a la Cibeles. Una artimañana orquestada por un santanderino hizo que nos ahorraramos dinero de bus y entraramos andando en un aeropuerto. Luego fueron mas horas de espera entre terminales y andenes antes de llegar a Sevilla sin ningun punto en el zurron pero con cositas "mu serias" que recordar. Alcoholismo e Puttane al pie de la letra. Ya me entienden...
No hay comentarios:
Publicar un comentario