El partido fue intenso durante los noventa minutos, con bastantes parones de juego debido a las faltas y fueras de juegos. El Sevilla estuvo, como los partidos anteriores, pésimamente en defensa, aunque la delantera es la que salva siempre los muebles. El primer gol fue obra del Villareal, a través de Cani (que fue indultado por el Comité de Competición), en una jugada desafortunada con hasta tres rebotes, que muchos son. Después de este gol, el Sevilla desapareció del partido. La banda derecha era un coladero. Ni Dabo defendía bien y ni Jesús Navas ni Zokora ayudaban en tareas defensivas.
Pocos minutos después, el Villareal anotó el segundo gol del partido. Nuevo fallo de la defensa nervionense en la que un mal despeje cae en Rossi, que no es cojo, y anotó el tanto con la colaboración de Alexis, tras rebotarle la pelota.
Antes del descanso, Negredo anotó el primer gol del conjunto rojiblanco, tras un excelente pase de Romaric desde una distancia considerable. Álvaro pinchó la pelota de manera magistral con la puntera de las botas y ganó la partida a Catalá metiendo el cuerpo.
Ya en la segunda parte, el 3-1 llegó. Nueva jugada por la banda derecha, la de Dabo, y centro hacia el centro del área. Cómo no, Marco Rubén remata a placer dentro del área pequeña. Al poco tiempo, Negredo hizo su segundo gol con la segunda asistencia de Romaric.
En los minutos finales, Javi Varas salvó un gol cantado por parte del Villareal. Gracias a Dios, llegó el empate, en el minuto 88, por parte de Alexis, el primer gol que hace con la camiseta del Sevilla. De nuevo, asistencia de Romaric, el cuál fue el mejor del Sevilla sin lugar a dudas.
Mal partido, una vez más, de la zaga sevillista, estnado bastante lejos de lo que éramos con la pareja Alfaro-Navarro. Por contra, buen partido de Negredo y, evidentemente, del africano Romaric, y buen resultado para el partido de vuelta, ya en el Ramón Sánchez-Pizjuán.
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